Descifrando la Psicología del Caballo |
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según las teorías de Clinton Anderson |
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Depredador vs. Presa Todo aquel que trabaje con caballos debe comprender que son animales de presa., y como presa, el caballo piensa que todo ser viviente a su alrededor está allí para comérselo. Huir del peligro los ha mantenido vivos por millones de años. si no pueden huir, la única opción que les queda es pelear. Un animal de presa normalmente no se aproxima a algo nuevo de manera directa, si quiere investigar algo caminará hacia el objeto asegurándose que hay varias rutas de escape. Se acercará y retirará varias veces hasta que se sienta lo suficientemente seguro y cómodo para acercarse por completo. Las personas, por el contrario, somos depredadores y cuando un depredador quiere algo, lo quiere ya, sin rodeos. Los depredadores se acercan de manera directa, simplemente caminamos directamente y tomamos el objeto que nos interesa. de esta manera, comprendamos que los problemas entre personas y caballos provienen del hecho que los humanos somos depredadores y los caballos presas. Tomemos como ejemplo cuando quiere rasurar las orejas de su caballo. Nosotros sabemos que la esquiladora no va a lastimar al caballo, así que caminamos directamente y tratamos de rasurar el pelo de la oreja. Por supuesto, el caballo no quiere que le hagamos eso, nuestra aproximación directa sólo lo vuelve mas incómodo, y cuando trata de escapar de esa posible amenaza nosotros normalmente forcejeamos con él. Conforme el forcejeo empeora, la relación entre el caballo y la persona se distancia. Es muy importante reconocer esta actitud como la raiz de la separación entre el hombre y su caballo, cada vez que se enfrente a un problema en su entrenamiento, considere que el caballo tan sólo está actuando como una presa; huyendo del peligo. Dos partes, un sólo cerebro El cerebro del caballo tiene dos partes, una es para pensar y la otra es para reaccionar. La parte que reacciona es grande, la parte que piensa es muy pequeña. La parte que reacciona le dice al caballo que siempre que haya un posible depredador: corre! El problema es que al terminar de correr los caballos nunca se ponen a pensar. Queremos cambiar eso, queremos enseñarle a nuestros caballos a utilizar la parte pensante de su cerebro antes que la parte reactiva. El espacio entre las orejas de los caballos es limitado, mientras comience a utilizar más su parte pensante y la misma crezca, la parte reactiva se irá encogiendo. Un caballo bien entrenado tiene la parte pensante del cerebro mas grande que la reactiva. Izquierda y derecha, entes separadas Además de la parte pensante y reactiva del cerebro, podemos diferenciarlo en la parte izquierda y derecha, cada una es un ente separado. Su caballo puede estar acostumbrado a verlo montarle por el lado izquierdo, cuando lo mira acercarse por el lado izquierdo, él le permite montarse. Pero, seguido, si intenta montarle por la derecha puede encontrar algo de resistencia, esto es porque el lado derecho del cerebro del caballo nunca fue educado con ese ejercicio. Conviene que actúe como si tuviera dos caballos, todo nuevo ejercicio debe de enseñársele dos veces, una vez para el lado derecho y otra para el lado izquierdo si quiere tener un caballo bien balanceado. Cómodo lo correcto e incómodo lo incorrecto Será mas fácil la comunicación con su caballo una vez que conozca lo que quiere, las necesidades básicas del caballo son simples: Seguridad, Confort, Comida y Estimulación. Una vez que comprenda estas cuatro necesidades básicas podrá utilizarlas a su favor durante el entrenamiento de su caballo. Los caballos aprenden por medio de comodidad e incomodidad, cuando el caballo hace lo que usted quiere, hágalo sentir cómodo, hágalo sentir seguro. Hágale entender que no le hará daño respetarlo. Si el caballo no hace lo que usted quiere, encuentre la manera de hacer que le resulte incómodo (nunca por medio de castigos). En otras palabras haga que al caballo le resulte cómodo hacer lo correcto e incómodo lo incorrecto. Veamos algunos ejemplos: Si le pide a su caballo que se mueva y él se rehusa, distráigalo con algo nuevo pues los animales de presa se sienten incómodos con nuevos objetos. Puede agitar una bolsa de plástico, lo mas seguro es que al sentirse incómodo escogerá moverse. Si tiene un caballo que al andar tiende a acelerar el paso más de lo que usted quisiera, muévalo de manera continua y cambiando direcciones abruptamente por un rato, se va a cansar después de un rato, se va a quedar sin aire y le resultará incómodo, al decirle "alto" y detenerse le dará un poco de aire. Un poco de incomodad le enseña al caballo a tenerle mas respeto. Ahora detenerse resulta algo que quiere alcanzar y puede ayudarle a deshacerse de un muy mal hábito. Sin embargo, mucha gente piensa que la recompensa es la única forma de entrenar a un caballo. La recompensa suele ser solamente la mitad de la ecuación, si el caballo nunca siente incomodidad al comportarse de manera inadecuada, nada le motiva a dejar de cometer el mismo error. Aplicar un sistema de comodidad vs. incomodidad le ayuda a utilizar el sistema de prioridades del caballo para obtener la respuesta que usted busca. Si usted le pide al caballo moverse y él se rehusa sin siquiera intentarlo, motívelo haciéndole sentir incómodo. Después aumente la presión hasta un nivel en donde es efectiva y el caballo comience a responder de forma positiva. Comience de manera gentil, aumente la presión gradualmente pero sea efectivo, Hay que ser tan suave como sea posible pero tan firme como sea necesario. Bibliografía recomendada: Establishing Respect and Control. Autor: Clinton Anderson Suerte y hasta la próxima! |
jueves, 22 de septiembre de 2011
Malak arabians Julio 2010 Psicología del Caballo. La Historia de Bucéfalo
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